sábado, 29 de diciembre de 2012

El frente cívico Somos Mayoría es una esperanza para el empoderamiento de la ciudadanía.


                                                                                  

Desde que J. Anguita lanzara la propuesta de constituir un foro cívico que aglutinase a la ciudadanía indignada, allá por el mes de julio, su crecimiento ha sido impresionante en prácticamente todas las provincias, constituyéndose numerosas asambleas en localidades y comarcas. Hay, sin duda, varios elementos que más allá de la personalidad, de los valores y honestidad moral del promotor, hacen atractivo el proyecto.

El llamamiento de Anguita y la extensión del movimiento se ha producido sobre la base de un clima social y una opinión pública que se siente indignada con la clase política y las élites económicas en general. En este sentido, esa misma opinión pública es la que ha apoyado o mostrado su acuerdo con las movilizaciones del 15M o el 25S Rodea el Congreso. Estrictamente hablando, no es una opinión pública identificada con ninguna opción política; incluida el sector de ella que ha participado en las movilizaciones contra las políticas de austeridad de los gobiernos PSOE y PP. De entre este sector, y también de  personas más proclives a posiciones de izquierda que hoy no se sienten representadas por ninguna de las opciones que se reivindican como tales, han surgido en buena medida las afiliaciones al frente cívico, 

Pero la propuesta del frente cívico no se circunscribe sólo a quienes ya de entrada se etiquetan de izquierdas. Es una llamada a ese 70 % de personas que empiezan a comprender que la mayoría de la población es considerada como mera mercancía en manos del capital (financieros y empresarios) y la clase política. Es decir, que ha comprendido que la sociedad civil es sólo un instrumento de los poderes económicos y del Estado. Y ese llamamiento no lo es para reclamar una ideología, un pensamiento político determinado, ni tampoco espera ningún privilegiado destinatario del mensaje al que la historia reservaría el papel de ponerlo  en práctica. Se trata de esa amplia mayoría social que, independientemente de sus identificaciones políticas, quiere la dignidad del ser humano por encima de los intereses económicos y políticos de las clases dominantes; que la economía y la política se pongan al servicio de las necesidades del ser humano, de su dignidad y de su bienestar. Ese discurso puede parecer más próximo a unas fuerzas políticas que a otras, pero a todas las supera. Porque no se define de ningún color político, sino que trata de buscar el acuerdo ciudadano en torno a los puntos básicos que puedan hacer realidad esas demandas.

Observamos hoy con estupor cómo sectores minoritarios de la población pueden imponer criterios e intereses a través de sus organizaciones y lobbies: banqueros, empresarios, obispos, etc. negocian directamente las políticas que los gobiernos deben seguir. ¿Por qué la mayoría social, por qué la ciudadanía no puede contar con los instrumentos de intervención política para imponer sus propios criterios? Ese es, precisamente, el empoderamiento ciudadano que desde el foro cívico se construye. Por tanto, aunque no es un partido político, sí se trata de una organización para intervenir en política, para que la democracia sea autogobierno del pueblo y sea el pueblo quien decida su futuro.

En Latinoamérica, varios países han mostrado que el empoderamiento ciudadano es posible, que la democracia puede representar a la mayoría frente a los poderes fácticos, que el pueblo puede alcanzar el poder y tomar sus propias decisiones sin neocolonialismos ni fuerzas extranjeras que lo impidan. Y ha sido un proceso en el que los programas políticos se han situado por encima de doctrinas y etiquetas ideológicas. El objetivo: superar el capitalismo, acabar con la explotación del ser humano, recuperar la cultura y dignidad como pueblo.

Este proceso también es posible en el Estado español.  Antes que nada, se exige prescindir de cualquier prejuicio ideológico y definir las propuestas programáticas que conduzcan a tal liberación. La estructura organizativa del foro cívico también tendrá que ser radicalmente democrática, de manera que no sea posible la reproducción endogámica de los aparatos, como sucede en los partidos políticos (causa de la persistencia de la llamada clase política). Yendo aun más lejos, el foro cívico Somos Mayoría está llamado a ser la estructura organizativa que aglutine a cualquier fuerza social o política que aspire a otro modelo de sociedad. Con el incremento de su fuerza, los partidos políticos y las fuerzas sociales, desprestigiadas y carentes de credibilidad ante buena parte de la ciudadanía, si quieren apostar aún por que sea la ciudadanía la protagonista de su futuro, tendrán que aceptar las propuestas aglutinadoras del foro.

Anguita lanzó la idea y es un referente conocido. De otros personajes públicos, de indudable talla moral, también se espera que den ese paso. Algunos ya lo están haciendo y, por supuesto, también muchos hombres y mujeres, aquellos para quienes el interés propio o el poder no representan nada ante el objetivo de una nueva sociedad, una sociedad que acabe con el dominio de las élites económicas y sociales, con el capitalismo, con el modelo desarrollista, y abra por fin una nueva época de hombres y mujeres libres, dueños de sí y de su futuro.

2 comentarios:

  1. Si los acuíferos, ríos y lagos llevan y guardan algo de agua, aún, debemos agradecerlo a fantásticos proyectos que en importantes comidas de trabajo se contagian de boca a boca. “Este río lo desviamos por aquí, hacemos un pantano por allá y movemos de sitio estos pueblos”, son disparates que NO se escuchan en las mesas del comedor escolar, donde un niño le cuenta a otro –hay que cerrar el grifo al lavarse los dientes, así tendremos agua todo el verano–. Es poco, pero son muchas niñas y niños, y logran más que muchos Departamentos económicamente bien dotados...
    Un gran artículo de nuestro amigo Gustavo Duch, que nos hace saber cómo somos muchas las personas que hacemos lo que un puñado de empresas o multinacionales destrozan: http://gustavoduch.wordpress.com/2012/12/10/ecologismo-de-barrio/
    Saludos!
    Miriam del Río Sánchez

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  2. http://gustavoduch.wordpress.com/2012/12/10/ecologismo-de-barrio/

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