Mientras se saluda la
próxima intervención del Banco Central Europeo en la compra de bonos como una
gran noticia, casi nada se habla de las condiciones que la troika (CE, BCE,
FMI) impondrá para que estas se materialicen. Las hemos comentado en alguna
ocasión y no las vamos a repetir. Pero lo cierto es que esas condiciones
vendrán reflejados en un Memorándum de Entendimiento que tendrá que firmar el
Gobierno y que endurecerá aún más nuestras precarias condiciones de vida.
¿Es necesaria esa
intervención del BCE? El Gobierno sostiene que con ello se reducirá la presión
sobre la deuda (la prima de riesgo), bajará el interés de los bonos y facilitará
el acceso a los mercados financieros. Y puede ser cierto. Pero lo que no
aparece por ningún lado son los estudios serios que indiquen que el ajuste que
nos van a imponer (condiciones reflejadas en el Memorándum) facilite la salida
de la crisis. La reducción del gasto público limitará aun más la demanda. Y sin
demanda y sin gasto público, el dinero que recibirán los bancos por la venta al
Estado de los activos tóxicos (y que pagaremos los ciudadanos/as) en el llamado
banco “malo”, se destinará a pagar a los bancos alemanes y franceses y a la
especulación financiera. Así de claro
aparecía la información en los medios haciéndose eco de las palabras del
presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi:
(…)Draghi
ha insistido en que no puede hablarse de “rescate blando” porque la compra de
bonos estará sujeta a “estrictas condiciones”. El país beneficiario deberá
pedir la activación del fondo de rescate de la UE y firmar un memorándum de
entendimiento, cuyo cumplimiento será supervisado por el Fondo Monetario
Internacional (FMI).
Con esto proseguimos
encerrados en un bucle que se retroalimenta continuamente mientras la población
se hunde más en las ya de por sí difíciles condiciones de vida. En líneas
generales, el bucle seguiría el siguiente esquema:
1.- Recortes en gasto público, reducción de salarios y
subida de impuestos = peor calidad de vida y menos consumo.
2.- Peor calidad
de vida y menos consumo = menos
actividad económica y cierre de negocios.
3.- Menos
actividad económica y cierre de negocios = más paro y menos recaudación del
Estado.
4.- Más paro y menos recaudación del Estado = más déficit.
5.- Más déficit = vuelta al punto 1.
El próximo rescate será, sin duda, un
buen balón de oxígeno para la banca alemana y francesa, pues una vez saneada la banca española con dinero público, podrá devolverles el dinero que pidió prestado durante los años de la
burbuja inmobiliaria. Pero no lo será para la ciudadanía, que verá
progresivamente empeoradas sus condiciones de vida y trabajo. Y sin demanda
interna, no hay salida a la crisis. En estas condiciones, lo más plausibe sería
plantearse el abandono de la eurozona y volver a la peseta (u otra moneda). Se
trataría de recuperar la soberanía en materia de política económica (hoy en
manos de las instituciones europeas) y sobre el Banco de España, que se pudiera
deslindar lo que es deuda ilegítima, renunciando a su pago, a la vez que se dispone de una
banca pública. Entonces se podrán aplicar medidas de
estímulo al crecimiento y la demanda desde la sostenibilidad y la
responsabilidad, potenciando una economía circular a partir de los propios
recursos.
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