jueves, 9 de agosto de 2012

La deuda no es pública: son las grandes empresas quien la tienen contraída .



¿Quién ha vivido por encima de sus posibilidades? ¿Quién ha adquirido la deuda de la que se tiene que responsabilizar toda la ciudadanía? Esta pregunta que muchas personas se hacen es respondida por el Gobierno de forma miserable achacándosela a las administraciones públicas, que se han extendido ofertando numerosos servicios públicos y a “los españoles, porque todos hemos vivido por encima de nuestra posibilidades”. En consecuencia, el Estado, asumiría la responsabilidad de crear las condiciones para su devolución y para un funcionamiento equilibrado de la economía del país, procediendo a la política de recortes del gasto público y poniendo límites al endeudamiento.

Pero tras todo esto se esconden varias mentiras: del total de deuda a finales de 2011 (4,3 billones de euros), la deuda de las administraciones públicas representaba sólo el 19,1%; siendo la deuda privada, contraída por empresas y familias, el 80,9%. Por tanto, podemos decir que la deuda que ha repercutido en el bienestar de toda la población, la deuda pública, es muy pequeña en relación a la privada; y además ha venido descendiendo desde 2004. Así que quienes repetidamente argumentan con la excesiva extensión de los servicios públicos como responsables de la deuda, mienten descaradamente.
Centrándonos en la deuda privada, la que está formada por la deuda de las familias y la de las empresas, la deuda de las familias representaba solo el 25,5%, mientras que la deuda empresarial alcanzaba el 74,5%. Por lo que podemos decir que la deuda de las familias, la de los hogares, es sólo de un tercio de la deuda de las empresas; o sea, que son las empresas la que han contraído la mayoría de la deuda privada. Pero, ¿qué empresas?. Pues el 95 % de la deuda empresarial la poseen las empresas de más de 250 trabajadores/as, las grandes empresas. Si además pensamos en que el porcentaje de esas empresas sobre el total de las mismas es menor del 0,15 %, entenderemos entonces que sólo unos puñados de empresas son las que se han excedido acaparando la deuda empresarial, y la mayor parte de la deuda privada, que es muy superior a la deuda pública.
¿Quién ha vivido por encima de sus posibilidades? Esa minoría empresarial, ese grupo de personas pertenecientes a la élite económica del país. Y si alguien quiere argumentar que existe un problema de deuda, debe dejar claro que no es un problema generado por los ciudadano/as ni por la extensión de los servicios públicos (sanidad, educación, pensiones, ayudas a la dependencia, desempleo…), sino por la desmesurada ambición de unos grandes capitalistas, de familias muy ricas, movidos por exclusivos intereses en negocios con el ladrillo y en otros países. Cualquier otra responsabilidad sobre la deuda es una mentira dicha para ocultar la realidad, para ocultar a ese pequeño sector de la población responsable de ella y, además, una excusa para convencer a la ciudadanía de la necesidad de aceptar la política de recortes.

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